1 julio, 2025

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La franquicia de Dragon Ball es sinónimo de combates épicos, enemigos galácticos y power-ups infinitos. Pero cuando no están salvando a la humanidad, ¿a qué se dedican los Guerreros Z? Resulta que muchos tienen trabajos que encajan perfecto con sus personalidades… y algunos son francamente inesperados. Te puede interesar: [Solo Leveling está triunfando en todo el mundo, pero en Japón pasa otra cosa] Goku: Del Super Saiyajin al super granjero Chi-Chi (Milk) no negocia con ociosos, así que obligó a Goku a trabajar en el campo para mantener a la familia. Aunque preferiría estar entrenando o comiendo (o ambas), Goku ha aprendido a cultivar verduras… y a venderlas. Al parecer, son un hit en el mercado. Bulma: La genia de la ingeniería Aunque no es la dueña de Capsule Corp., Bulma trabaja allí como ingeniera estrella. Gracias a ella, los Guerreros Z tienen tecnología para todo, desde viajar en el tiempo hasta arreglar naves espaciales. Si el mundo sigue de pie, probablemente sea por culpa de una de sus invenciones. Yamcha: Estrella del béisbol ¿Noqueado en combate? No importa, Yamcha encontró su nicho en el béisbol profesional. Juega para los Taitanes y hasta inventó un lanzamiento inspirado en su famoso “Colmillo de Lobo”. Puede que no sea el más fuerte del universo, pero en el diamante es una leyenda. Ten y Chiaotzu: Agricultores millonarios Ambos abandonaron los torneos para dedicarse a la agricultura… con poderes psíquicos. Gracias a la telequinesis de Chiaotzu, cultivan como si fueran máquinas y ganan lo suficiente para abrir una escuela de artes marciales. Krilin: Policía del barrio (con casco y todo) De monje a oficial, Krilin patrulla la ciudad usando su entrenamiento. Aunque los tiroteos lo incomodan un poco (por obvias razones), cumple su deber con orgullo. También podría regresar al mundo académico como maestro de ki. Gohan: De erudito a héroe científico El hijo de Goku cumple su sueño de estudiar bichos raros y escribir libros sobre el ki. Sí, también lucha cuando hace falta, pero su vocación es académica. Incluso bautizó a unas hormigas como “Sai-hormigas”. Piccolo no estaba impresionado. Androide 17: Guardián de la Isla Monstruo Después de todo el caos, 17 encontró paz protegiendo animales en una isla remota. Su trabajo como guardabosques lo mantuvo en forma… tanto, que cuando volvió para el Torneo de Poder, estaba al nivel de Goku. Mr. Satán: Campeón, actor y embustero profesional La leyenda del marketing. Satán vive de su fama, gana torneos amañados y protagoniza películas de acción. También dirige un dojo… aunque lo de “enseñar” es debatible. Videl: Más que una mamá luchadora Aunque Dragon Ball intentó encasillarla como ama de casa, Videl también enseña artes marciales. Y a diferencia de su papá, sabe lo que hace. Tiene potencial oculto que ojalá algún día vuelva a brillar. Te puede interesar: [Estos fueron los momentos más oscuros de Dragon Ball Z] Jaco: Patrullero Galáctico de vocación Último en unirse, pero con uniforme brillante. Jaco patrulla el universo con mucha confianza (y algo menos de poder). Aunque no puede derrotar a Freezer, es útil… y eso ya es decir bastante.

En su último memo a empleados, Mark Zuckerberg sacó la carta más ambiciosa del mazo: Meta Superintelligence Labs (MSL), un nuevo equipo élite que busca liderar la carrera por la próxima gran generación de modelos de IA. Y no lo está haciendo solo: lo acompañan algunas de las mentes más brillantes (y codiciadas) del mundo de la inteligencia artificial. Te puede interesar: [¿Gran Hermano en la vida real? La IA solo estaría aprendiendo a vigilarnos y controlarnos] Una organización nueva, con una misión gigante El objetivo de Meta Superintelligence Labs, según Zuckerberg, es construir “la próxima generación de nuestros modelos”. Y para lograrlo, ficharon como si fueran el Real Madrid de la IA. En cabeza está Alexandr Wang, exCEO de Scale AI, ahora Chief AI Officer. Lo acompaña Nat Friedman, exGitHub, como codirector del nuevo laboratorio de superinteligencia centrado en investigación y productos aplicados. ¿Y quién más está en este escuadrón superinteligente? Estos son algunos de los fichajes estelares del equipo, con talentos venidos directamente de las oficinas de OpenAI, DeepMind, Google y Anthropic: Trapit Bansal: experto en aprendizaje por refuerzo (RL) y cocreador de modelos “o” en OpenAI. Shuchao Bi: clave en la creación del modo de voz de GPT-4o. Huiwen Chang: pionera en la generación de imágenes con IA, desde Google Research. Ji Lin: involucrado en casi todos los modelos recientes de OpenAI, incluyendo GPT-4.5. Joel Pobar: vuelve a Meta tras pasar por Anthropic; trabajó en herramientas clave como HHVM y Redex. Jack Rae: exDeepMind, fue el cerebro técnico detrás del preentrenamiento de Gemini y proyectos como Gopher. Hongyu Ren: múltiples modelos “mini” y GPT-4o llevan su firma. Johan Schalkwyk: histórico de Google y colaborador inicial del proyecto Sesame. Pei Sun: dejó su huella en Waymo y más tarde en los modelos de percepción de Gemini. Jiahui Yu: otro peso pesado, con experiencia dirigiendo percepción en OpenAI. Shengjia Zhao: cocreador de ChatGPT y varios modelos clave, experto en datos sintéticos. Te puede interesar: [México podría presentar acciones legales contra SpaceX por los escombros de la Starship] ¿Y ahora qué? La nueva aventura de Meta arranca con una misión clara: empujar los límites de lo que la inteligencia artificial puede hacer. Con tantos talentos reunidos, las expectativas son tan altas como sus presupuestos. Y con el nombre “superinteligencia” en la puerta, es mejor que estén a la altura.

Mientras Xbox se prepara para celebrar su 25.º aniversario, una de sus creadoras fundacionales dejó caer una bomba en YouTube: para ella, el hardware de Xbox ya no tiene futuro. Y no lo dice cualquiera. Laura Fryer ayudó a construir el legado de la marca y ahora ve con tristeza lo que considera una retirada en cámara lenta del mundo de las consolas. Te puede interesar: [¿Death Stranding 2 derritiendo consolas? Algunos jugadores reportan sobrecalentamientos en sus PS5] El adiós silencioso al hardware Fryer no se anduvo con rodeos: “Me entristece porque, desde mi perspectiva, parece que Xbox ya no quiere, o literalmente no puede, lanzar hardware”. Según explicó, la alianza de Microsoft con Asus (para la ROG Ally) y AMD apunta a un modelo en el que Xbox se dedica más a licenciar software que a fabricar consolas. Para ella, todo esto es síntoma de una retirada estratégica. Y concluye: “El hardware de Xbox está muerto”. ¿Y los juegos? Bien, pero no basta Aunque Fryer reconoce el éxito de relanzamientos como Oblivion Remastered, cuestiona si Xbox puede producir nuevos éxitos al ritmo de la competencia. El servicio Game Pass, aunque popular, tampoco parece suficiente para sostener la venta de consolas, señala. ¿Futuro sin consolas? Mike Ybarra, exvicepresidente de Xbox Live y Game Pass, ofreció una visión parecida, pero más pragmática. Para él, Xbox debería concentrarse únicamente en ser un gran editor de juegos. “Deshazte de todo lo demás y concéntrate”, escribió. Su mensaje es claro: no hay tiempo para la ambigüedad. Te puede interesar: [PlayStation 4 aún tiene algo que decir: tres lanzamientos de julio que demuestran que no está acabada] ¿Crisis o cambio de rumbo? Los rumores de nuevos despidos en la división de videojuegos de Microsoft avivan la incertidumbre. Aunque Xbox muestra números positivos en ingresos, los ajustes internos —y la falta de un nuevo “golpe sobre la mesa” en hardware— hacen que muchos se pregunten si la era de las consolas Xbox está llegando a su fin.