Una anomalía del cometa 3I/ATLAS encendió las alarmas de la comunidad científica
En un universo lleno de misterios, siempre hay un nuevo cuerpo celeste dispuesto a dejarnos con la boca abierta. Esta vez, el protagonista es 3I/ATLAS, un cometa interestelar que no solo sorprendió por cruzar nuestro sistema solar… también por romper las reglas del manual astronómico. Te puede interesar: [¿Se impulsa a sí mismo? El misterio tras los cambios de velocidad del cometa 3I/ATLAS] Un visitante interestelar con comportamiento rebelde Descubierto por astrónomos de la NASA en julio de 2025, 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar que nos visita, después del famoso ‘Oumuamua y el 2I/Borisov. Pero mientras sus antecesores ya eran bastante curiosos, este nuevo cometa parece haber salido de un guion de ciencia ficción. La comunidad científica entró en modo alerta cuando las imágenes más recientes revelaron un fenómeno totalmente inesperado: un cambio abrupto en su estructura, justo cuando creían tenerlo más o menos bajo control. Primera señal: una anti-cola apuntando al Sol Sí, leíste bien. En lugar de tener su cola apuntando lejos del Sol —como haría cualquier cometa bien educado—, 3I/ATLAS hizo todo lo contrario: formó una anti-cola, dirigida directamente hacia nuestra estrella. El fenómeno dejó perplejos a los astrónomos, que observaron la extraña cola compuesta por una mezcla de dióxido de carbono, agua, trazas de cianuro y una aleación de níquel nunca antes vista en procesos naturales. Algunos incluso compararon su composición con residuos de actividad industrial humana. WTF, cosmos. Segunda señal: su cola desapareció (y luego volvió, ¡pero diferente!) El 5 de noviembre, NASA publicó nuevas imágenes que mostraban otra sorpresa: la anti-cola había desaparecido sin dejar rastro. En su lugar, surgió una cola convencional, brillante y extensa —más de 56.000 km de longitud— impulsada por una misteriosa pérdida de masa del 13%. ¿La causa? Aún sin explicación clara. Las teorías actuales sobre cometas no logran justificar esta transformación tan radical. Los telescopios también levantaron la ceja Observatorios como el Hubble y el James Webb (JWST) detectaron fenómenos aún más extraños: El cometa cambió a un tono azul intenso, posiblemente por monóxido de carbono ionizado. Mostró niveles extremos de polarización en la luz reflejada —algo nunca visto antes en un cometa. Su núcleo presenta variaciones erráticas de actividad, muy lejos del comportamiento “normal” de cuerpos helados. Estos eventos han llevado a varios equipos científicos a replantear las teorías actuales sobre la dinámica y composición de objetos interestelares. ¿Debemos preocuparnos? Tranquilos: no hay riesgo de impacto con la Tierra. La NASA confirmó que el paso más cercano del cometa será a 270 millones de kilómetros, o sea, lo suficientemente lejos como para no arruinar nuestros planes de fin de año. Pero eso no quita lo increíble del evento. Nunca habíamos tenido un visitante tan raro, tan cercano y tan fotogénico. De hecho, cualquier persona con telescopio puede intentar cazarlo visualmente desde su patio trasero. Y sí: los aficionados ya están compartiendo sus fotos por redes como si fuera el nuevo eclipse cool. Te puede interesar: [Hay un teoría que relaciona el cometa 3I/ATLAS con la posibilidad de desarrollar vida en Marte] Ciencia en tiempo real… con un toque de drama cósmico 3I/ATLAS llegó, cambió las reglas, y encendió todas las alarmas sin romper un solo vidrio. Puede que no traiga peligro, pero sí nos obliga a mirar más allá y preguntarnos qué más no entendemos del universo.
Una anomalía del cometa 3I/ATLAS encendió las alarmas de la comunidad científica Leer más »